En las profundidades heladas de los mares del Norte, habita el surimi, un cangrejo alargado, rojo y sin patas cuya carne es dulce y muy preciada. En la Antártida, la ballena rebosaensis o ballena rebozada nada en las aguas más frías del mundo, huyendo de los Kraken empanados. En el Mar Mediterráneo, unos espaguetis flotan a sus anchas en las cálidas y cristalinas aguas. Tan absurdo como todo esto es pensar que comer ultraprocesados de pescado es lo mismo que comer realmente pescado.
Los ultraprocesados y su relación con la salud
En el libro «Qué Pasa con la Nutrición», Aitor dedica uno de los 10 capítulos a los ultraprocesados y los llama la epidemia del siglo XXI, porque en realidad, lo son. Un alimento ultraprocesado se define por tener ciertos ingredientes que no son saludables y que son de riesgo para muchas enfermedades.
Normalmente, cuando pensamos en ultraprocesados, lo primero que se nos viene a la mente son productos como bollería industrial o snacks como patatas chips. Pero no solemos pensar en el pescado. Sin embargo, existen procesadores de pescado que también entran en la categoría de ultraprocesados.
Tipos de procesadores de pescado
Dentro de los procesadores de pescado, encontramos varias opciones. Tenemos el pescado fresco, que es obviamente lo mejor de esta categoría. También está el pescado ultracongelado, que conserva sus propiedades de forma óptima. Luego, encontramos las conservas, que pueden ser una buena opción, siempre y cuando no contengan impostores intentando hacerse pasar por productos naturales o caseros.
Por ejemplo, los rebozados de merluza y langostinos son productos que buscan ser una solución para que los niños coman pescado, pero en realidad, los porcentajes de pescados en estos productos son ínfimos. Si miramos las etiquetas, veremos que todos contienen entre un 30% y un 40% de materia prima, es decir, pescado. El resto son terceras partes del producto, que no son pescado.
En estos rebozados, además del pescado, se incluyen aceites de mala calidad, harina y en ocasiones, se mezcla el pescado con otras proteínas o ingredientes no tan saludables ni de tanta calidad.
Existen también productos como las colas de langostino, que contienen menos de un 40% de pescado, o una amalgama de salmón y otros ingredientes que no llega al 35%. Estos productos suelen jugar un poco con la procedencia, pero debemos tener en cuenta que la cantidad principal de pescado en ellos es muy pequeña.
También encontramos productos que intentan hacerse pasar como saludables, pero no lo son. Por ejemplo, algunos palitos de mar (surimi) se han anunciado como una buena alternativa al pescado, pero siguen siendo ultraprocesados, ya que incluyen parte de proteína de pescado, como el surimi.
La verdad detrás de los productos ultraprocesados
Los produtos ultraprocesados son conocidos por su potencia de sabor y por ser muy atrayentes al paladar. Además, juegan un poco con la sugestión del colorante para aumentar su apetitosidad. Sin embargo, detrás de toda esa apariencia, se esconden ingredientes que no son precisamente saludables, como aceites de mala calidad, harinas refinadas y altas cantidades de sal.
Algunos productos incluso intentan engañar al consumidor, haciéndoles creer que son saludables. Por ejemplo, se les añade grasa y se les incluye algún ingrediente que se asocia con la salud cardiovascular, pero detrás de todo eso, los componentes no son de buena calidad ni beneficiosos para la salud.
Otra categoría de ultraprocesado es el surimi, que es una mezcla de proteína de pescado de distintas partes sobrantes, a la que se le da la forma deseada, como gulas o palitos de cangrejo.
Alternativas más saludables
Si queremos consumir pescado de forma saludable, es mejor optar por el pescado fresco o por el pescado ultracongelado, que conservan mejor sus propiedades. También podemos optar por conservas que no contengan impostores y que sean simplemente pescado en agua, cebolla y laurel.
En cuanto a los patés, es importante revisar los ingredientes y optar por aquellos que tengan un mayor porcentaje de pescado y un menor porcentaje de aceite.
Los paquetes de pescado también son una opción, pero debemos revisar la composición para asegurarnos de que contienen un alto porcentaje de pescado y no una cantidad excesiva de aceite.
En resumen, es importante prestar atención a la calidad de los productos que consumimos. Si queremos disfrutar de los beneficios del pescado, debemos optar por opciones más saludables y evitar los ultraprocesados que no contienen cantidades significativas de pescado y que añaden ingredientes poco saludables.
¡No te dejes engañar por las apariencias y cuida tu salud eligiendo bien lo que comes!