¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si dejases de consumir café durante 30 días? Más del 85% de los adultos en España consumen algún tipo de bebida con cafeína, generalmente en forma de café o té. La cafeína es la droga psicoactiva más consumida en todo el mundo y es consumida habitualmente por sus propiedades estimulantes.
A pesar de todo, muchas personas no conocen completamente cómo funciona la cafeína en nuestras células y cuáles podrían ser algunas de las consecuencias negativas de su consumo prolongado.
La cafeína y nuestras células
Dentro de nuestras células, la cafeína actúa de una forma específica. Participa en la acción de un tipo cercano de neurotransmisor llamado adenosina, el cual tiene múltiples funciones en el cuerpo. Uno de los roles de la adenosina que está relacionado con la cafeína es facilitar nuestros ciclos de sueño.
Entonces, ¿cómo interfiere la cafeína en este proceso? Bloquea los receptores de la adenosina en las células, lo cual impide que sintamos sueño. Sin embargo, el consumo crónico de cafeína puede desembocar en la desensibilización de estos receptores, requiriendo así mayor cantidad de cafeína para lograr el mismo efecto energizante.
Posibles efectos negativos de la cafeína
Aunque la cafeína puede tener ciertos beneficios, también podría tener algunos efectos secundarios que podrían hacer que reconsideres tu consumo. A menudo, los síntomas que algunas personas pueden experimentar no se asocian con su consumo diario de cafeína. Estos pueden incluir ansiedad, aumento de la presión arterial y frecuencia cardíaca, pérdida de fluidos y problemas digestivos como úlcera gástrica o aumento de la acidez estomacal.
Además, Hay que tener en cuenta que muchas veces, el café alberga un alto nivel de moho, lo cual puede causar reacciones alérgicas en personas sensibles. Y aunque parezca sorprendente, este problema es más prominente en el café descafeinado, ya que la cafeína en plantas suele inhibir el crecimiento de moho.
La cafeína y las glándulas suprarrenales
Pero, tal vez, el efecto negativo más importante de la cafeína involucra a las glándulas suprarrenales. No sólo la cafeína bloquea el neurotransmisor que nos hace sentir somnolencia, sino que también estimula la liberación de adrenalina, una molécula que desencadena respuestas de estrés en nuestro cuerpo. Este efecto puede ser particularmente dañino si consumes mucha cafeína durante un largo período de tiempo, ya que puede acabar causando estrés y problemas de sueño.
Abandonar la cafeína
Entonces, ¿qué pasaría si decides dejar de consumir cafeína durante un mes? Aquí te ofrecemos un plan de acción tentativo y que puedes adaptar a tus necesidades.
- Reducción gradual: Comienza reduciendo poco a poco la cantidad de café que consumes al día. Tras unos días, puedes sustituir tu taza de café habitual por té matcha, que posee la mitad de cafeína. Luego, pasa a tés herbales normales, que suelen tener alrededor de 40 miligramos de cafeína. Finalmente, puedes optar por tés sin cafeína.
- Síntomas de abstinencia: Es posible que experimentes síntomas de abstinencia al dejar la cafeína, que pueden incluir dolor de cabeza, mareos, fatiga, cambios de humor e irritabilidad. Para aliviar estos síntomas, puedes probar con suplementos de Vitaminas B1 y B12, que pueden reducir los síntomas de abstinencia. Además, adaptógenos como el Ashwagandha o el té de Melisa pueden ayudarte a manejar mejor el estrés y facilitar la transición.
Dejar de consumir cafeína durante un mes puede traerte algunos beneficios para la salud. Puedes experimentar menos ansiedad, una mejor calidad de sueño, una presión arterial normal y una disminución en la frecuencia cardíaca. Además, también puedes notar mejorías en la salud de tus dientes y tu hígado. Sin embargo, el beneficio más grande puede ser una reducción en la estimulación de tus glándulas suprarrenales.
La importancia de un buen sueño
Finalmente, cabe destacar que un buen descanso nocturno es esencial para el fortalecimiento de las glándulas adrenales y la reducción de la necesidad de cafeína. Si tienes problemas de sueño, puedes probar con limitar la exposición a la luz azul antes de irte a dormir. Para hacerlo, considera usar gafas bloqueadoras de luz azul mientras usas dispositivos electrónicos durante la noche. Esta pequeña acción puede ayudarte a mejorar enormemente la calidad de tu sueño, y reducir tu dependencia de la cafeína.